Deshaz la mantequilla y mézclala con el resto de ingredientes para la base.
Coge un molde engrasado y extiende en la base esta mezcla. Resérvalo en la nevera.
En una cacerola, pon al baño maría o fuego lento los quesos con la nata. Remueve para que se deshaga e integre.
Pon en remojo las placas de gelatina hasta que queden babosas.
Añade al fuego las placas de gelatina y el resto de ingredientes y remueve bien. Apaga el fuego y sigue removiendo.
Pon la nata en un cazo a calentar y añade el resto de ingredientes a deshacer. Remueve hasta que tengas un líquido homogéneo.
Añade el resto de ingredientes, como la sal, la estevia y la raspadura de limón. Baja el fuego y remueve.
Pon las placas de gelatina en remojo. Cuando estén babosas añádelo al líquido caliente del cazo y remueve a fuego bajo.
Comprueba que la base del molde esté sólida (fría). Vierte la mezcla de quesos por encima y refrigera por 90 minutos.
Cuando ya tengas el relleno de queso refrigerado y solidificado podrás hacer este paso.
Pon a hervir el agua y infusiona los sobres. Retíralos cuando toque.
Pon en remojo las placas de gelatina hasta que queden blandísimas.
Añade al agua hirviendo las placas de gelatina y remueve. Pon estevia al gusto.
Deja enfriar un poco y vierte la infusión por encima del queso. Echa unos frutos rojos por encima y refrigera. Si los frutos rojos son frescos quedará precioso.
Trucos y Consejos
Para esta receta hemos sustituido la típica mermelada de frutos rojos por una gelatina de infusión de frutos rojos con algunas bayas. Es una manera de darle dulzura y contraste sin sumar más carbos a las macros.
Ingredientes
Instrucciones
Deshaz la mantequilla y mézclala con el resto de ingredientes para la base.
Coge un molde engrasado y extiende en la base esta mezcla. Resérvalo en la nevera.
En una cacerola, pon al baño maría o fuego lento los quesos con la nata. Remueve para que se deshaga e integre.
Pon en remojo las placas de gelatina hasta que queden babosas.
Añade al fuego las placas de gelatina y el resto de ingredientes y remueve bien. Apaga el fuego y sigue removiendo.
Pon la nata en un cazo a calentar y añade el resto de ingredientes a deshacer. Remueve hasta que tengas un líquido homogéneo.
Añade el resto de ingredientes, como la sal, la estevia y la raspadura de limón. Baja el fuego y remueve.
Pon las placas de gelatina en remojo. Cuando estén babosas añádelo al líquido caliente del cazo y remueve a fuego bajo.
Comprueba que la base del molde esté sólida (fría). Vierte la mezcla de quesos por encima y refrigera por 90 minutos.
Cuando ya tengas el relleno de queso refrigerado y solidificado podrás hacer este paso.
Pon a hervir el agua y infusiona los sobres. Retíralos cuando toque.
Pon en remojo las placas de gelatina hasta que queden blandísimas.
Añade al agua hirviendo las placas de gelatina y remueve. Pon estevia al gusto.
Deja enfriar un poco y vierte la infusión por encima del queso. Echa unos frutos rojos por encima y refrigera. Si los frutos rojos son frescos quedará precioso.