En una sartén, poner a freír las verduras picadas para el relleno. Cuando estén algo pochadas, añadir la carne y remover hasta que se haga.
Añadir el tomate seguido del puñado de espinacas. Remover para que se integre todo y salpimentar al gusto.
Poner el horno a precalentar a 200º.
Empezamos colocando las láminas de calabacín crudo en el fondo de la bandeja que después introduciremos en el horno. Se colocan una al lado de la otra sin sobreponerse.
Reparte de manera homogénea una tercera parte del relleno. Comprueba que las capas hayan quedado bien esparcidas para que después no se cuele el gratinado. Cúbrelo con láminas de calabacín y repite las capas hasta cubrir toda la bandeja.
Agita el brick de nata, ábrelo y échalo por encima junto con el queso rallado. Esparce el orégano e introduce la bandeja en la mitad del horno unos 10 minutos. Hasta que el queso esté dorado.
Trucos y Consejos
Ingredientes
Instrucciones
En una sartén, poner a freír las verduras picadas para el relleno. Cuando estén algo pochadas, añadir la carne y remover hasta que se haga.
Añadir el tomate seguido del puñado de espinacas. Remover para que se integre todo y salpimentar al gusto.
Poner el horno a precalentar a 200º.
Empezamos colocando las láminas de calabacín crudo en el fondo de la bandeja que después introduciremos en el horno. Se colocan una al lado de la otra sin sobreponerse.
Reparte de manera homogénea una tercera parte del relleno. Comprueba que las capas hayan quedado bien esparcidas para que después no se cuele el gratinado. Cúbrelo con láminas de calabacín y repite las capas hasta cubrir toda la bandeja.
Agita el brick de nata, ábrelo y échalo por encima junto con el queso rallado. Esparce el orégano e introduce la bandeja en la mitad del horno unos 10 minutos. Hasta que el queso esté dorado.